Hace ya algún tiempo encontré esta preciosidad en Vampire Knits. Fue amor a primera vista, además de un reto, pues era mi primer colorwork.
Imita las vidrieras de una catedral, con mil colores luminosos que hacen que el trabajo parezca complicado, pero la elección del hilo adecuado hace que sea muy sencillo.
Está tejido en circular hasta las sisas, y después en plano, el delantero y la espalda. Después de haber trabajado mucho esta técnica, me ocurre algo que no me sucedió en este chaleco, y es que mi tensión cambia de tejer en redondo a tejer en plano, y es que hago más flojas las vueltas del revés. Van pasando los años y vamos cambiando nuestra forma de hacer las cosas, y, en concreto, incluso nuestro estado de ánimo influye en el tejido, pues hay días que me relajo tanto que tejo muy flojo, y otros días me aferro a las agujas como si me fuera la vida en ello y me queda como una tabla.
El diseño se llama Tracery y es de Kathleen Sperling. Una preciosidad más para añadir a mi colección de labores. El hilo es Regia en negro liso y mosaiko, un hilo que me encanta usar para tejer calcetines, sí sí, aprendí a hacer calcetines. Os los enseño en otro post.