domingo, 10 de febrero de 2013

Monocromo

Todas las tardes que puedo pasar en casa tomo el bastidor y voy haciendo, poquito a poco, este 1:1 en punto de cruz, y ya va tomando forma.
Al principio creí que no lo terminaría, pero cada rosetón es un nuevo trabajo, una nueva labor, y se hace muy llevadero.
Ahora el tiempo es terrible, pero los días tienen más luz, y se hace todo con más ganas.
El punto de cruz me relaja y me evade de las tensiones del día a día... Siempre lo recomiendo.
Feliz semana.