lunes, 11 de octubre de 2010

Un costurero

Hoy mi marido me ha sorprendido con un regalo que no esperaba, y esos son los más bonitos, porque ni es mi cumpleaños, ni mi santo, ni celebramos nada. Sólo me ha dicho que me lo merezco y que le apetecía regalármelo. Y ha dado justo en el clavo, porque desde que lo vi en Lunares, es de esas cosas bonitas que te gustan para tu cuarto de costura, pero que sabes que cualquier día se lo llevará otra a su casa. Esta vez he sido la afortunada.