martes, 24 de mayo de 2011

A dos agujas

Quienes os pasáis por aquí de vez en cuando conocéis mi gran pasión por las muñecas. Esta vez os mostraré algo especial, que rescaté un día por casualidad, cuando estaba buscando algo diferente.
Es un bebé, y no tenía nada que ponerle. Venía vestida de niño, pero no es un niño, seguro. No encontraba la ropita de mi hija por ninguna parte, y lo que ella traía no me gustaba. Así que no tuve más remedio que ponerme a tejer. Me hice con material y en un par de tardes tenía una chaquetita. Me quedó algo abundante, pero no está mal para ser la primera.
Después encontré un gorro. Y unos pololos...





El hilo no tengo ni idea de qué marca es. Lo he tejido con agujas del 3. Es un poco áspero, pero bueno, no creo que le pique.

sábado, 14 de mayo de 2011

Cojín Cathedral Window

Una de esas tardes tediosas que no apetece hacer nada, me dediqué a hojear revistas de patchwork.
Cuando las compramos las miramos detenidamente, o eso creemos, porque después de meses o de años guardadas en nuestra librería, descubrimos cosas que nos parece no haber visto antes, y es entonces cuando las llenamos de notas y de post-it y ampliamos nuestra lista de trabajos pendientes.

Naturalmente, estoy hablando de mi caso, pero llevo ya muchos años en esto y una de las cosas que he descubierto es que no tengo la exclusiva ni la patente de mis manías y locuras, y que las cosas que a mí me suceden en este mundo del patch, se pueden extrapolar a un alto porcentaje de quilters, sin miedo a equivocarse.

Así fue como encontré en una Homespun del año pasado un cojín parecido a éste que os muestro más abajo. Habré visto cientos de ellos, pero el respeto que esta técnica me infundía era superior a mis deseos de abordarla, y así ha ido pasando el tiempo hasta esta semana, que me vi cortando telas, doblando, cosiendo, y, en definitiva, he estado cuatro días atrapada en mi Cathedral Window particular.

El fondo es una muselina que guardaba para una trasera, mientras que los estampados pertenecen a la colección Luna Notte de Moda, que también estoy empleando en el Mystery Quilt II.

Ha sido más fácil de lo que parecía en un principio, y el resultado ha sorprendido gratamente.