Mirad qué preciosidad. Todos los años se viste de blanco, como una novia, espera y espera, y al ver que nadie viene a buscarla, se quita el vestido y se pone uno verde que le dura hasta el otoño.
Todos los años la veo desde mi ventana, y siempre le digo, ¡qué guapa estás! Y siempre me sorprende, porque siempre se viste con la misma ilusión. No pierde la esperanza, y siempre está de buen humor.
La cosa cambiaría si dijera que es un simple ciruelo, como tantos que hay en tantas huertas, pero es que no es simple. La Naturaleza nunca es simple.
4 comentarios:
Dará gusto asomarse a tu ventana y ver el ciruelo en flor. Aqui ya esta brotando el azahar, en nada nos impregnará su olor.
Besinos
nenina esta wapisimo el ciruelo....Es lo bueno que tiene la primavera en Asturias, que los arboles se ponen increibles de color...
Ana ya sé quien eres... Me encanta tu ciruelo ... estoy segura que también oirás los trinos de los pájaros...Un beso
Hola Ana, yo tengo un paraguayo y todas las primaveras me sorprende con sus flores rosas, como a tí no me canso de mirarlo y de sonreir cada vez que paso a su lado. Un saludo
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