Ha necesitado una buena mano de restauración, pues no llegó a casa con este aspecto. Decía el vendedor que era del siglo pasado...mmmm... también yo soy del siglo pasado.
En fin, me gusta como ha quedado. Ahora tengo que adornarlo. Se admiten todo tipo de sugerencias.
Y volviendo a la aguja, la primera vez que vi el Alphabet Garden no tenía ni idea de cómo podía hacerlo. Para mí eso del papel de pegar y demás técnicas de aplicación eran un mundo totalmente desconocido. Así que cuando empecé a clases y vi la facilidad con que se montaba cada bloque, me quedé fascinada. Cuando Eugenia nos propuso este SAL, vi el cielo abierto, porque no me veía con ánimos de hacerlo en solitario. Y ya casi lo hemos acabado. El resultado es espectacular. Falta la última columna y luego sólo será montar el marco y acolchar. Estoy deseando verlo colgado en mi cuarto de costura.
